El nombre “LA VUELTA DEL GUERRERO “, surge de analizar
circunstancias de lugar, tiempo y modo.
A saber:
a) De lugar: (Jáchal, provincia de San
Juan, República Argentina).
Pueblo-ciudad, fundado por el Adelantado Don Juan de Echegaray en 1751,
sustentado en los primeros años del siglo XIX
por una insipiente economía agraria-pastoril, de activo comercio con la
actual Cuarta Región de la República de Chile por venta de ganado vacuno en pie
y con la República de Bolivia por venta de ganado mular, que por esa época
dicho país utilizaba para la explotación minera. No por ello debe pensarse que
Jáchal nadaba en la abundancia, ya que sus habitantes siempre fueron empeñosos
y diligentes ante una geografía adversa sobre todo por lo difícil y costoso del
cultivo de la tierra y de lo que de ella deriva.
b) De tiempo: Período comprendido entre
1815 y 1817, oportunidad en que el General José de San Martín ubicado en
Mendoza como Gobernador Intendente de Cuyo formó el Ejército Libertador de los
Andes.
c) De modo: En este punto corresponde
determinar dos aspectos: el material y el humano. En cuanto al primero, debe
decirse, porque así se encuentra documentado, que la contribución de Jáchal a
la formación del Ejército Libertador fue total, a tal punto, que en la carta del Señor Pedro
Amata dirigida al Teniente Gobernador de San Juan José Ignacio de la Rosa le dice:” Los vecinos
de Jáchal ya no tienen más para contribuir con bastimento , por la suma
desdicha y pobreza en que se halla este
lugar, hay días en que no se encuentra un medio real de carne en la Villa (Archivo
Histórico de San Juan Libro 56, folio 162) . También Matías Mascareño, Pedanio
de Jáchal, le decía al mismo destinatario: “En Jáchal no queda ni un
céntimo de carne para alimentación de la
gente”.
Familias de máxima
pobreza entregaron hasta el único animal del que se valían para arar la tierra
y sembrar, como también para movilizarse diariamente. Otras donaron el único
vacuno que les proveía la lecha para sus hijos. Esta entrega total nunca fue
reconocida ni mucho menos indemnizada – como si se hizo en otros lugares del
país donde sus habitantes reclamaron se les oblara al menos sus pérdidas económicas y humanas.
Jáchal calló en este sentido y sigue callando, porque lo que aportó lo hizo
para ser libre en su tierra.
“LA VUELTA DEL GUERRERO” reivindica ese silencio ancestral de gloria como
dice nuestro himno patrio: ¡Coronados de Gloria vivamos o juremos con gloria
morir!
Lo que más ha incidido en
la denominación, fue la figuración mental de la vuelta al pueblo de aquellos
peones, labriegos, esclavos, troperos,
arrieros, herreros, domadores, tapieros, adoberos, mineros, agricultores, artesanos y tantos otros de múltiples oficios,
que a partir de los catorce años tuvieron que hacerse guerreros para recuperar
la libertad de la patria que peligraba de invasión por los
Maturrangos españoles, ávidos de penetrar a nuestra
tierra. Así, los jefes de familia dejaban en su Jáchal querido a ancianos, mujeres y niños en la mayor
indigencia y a la buena de Dios, sin ningún tipo de protección gubernamental,
ya que todo lo que había en Cuyo fue a manos del General San Martín para la
Gesta Libertadora.
Esta fue la representación
mental del regreso de los que tuvieron la suerte de salvar la vida, luego de
años de lucha, como también de cumplir las guardias cordilleranas que el Padre
de la Patria ordenó al menos por
dos años de permanencia en la Cordillera, en oportunidad de partir con
el grueso del Ejército desde Chile a liberar el Perú. Fueron, sin duda, los Jachalleros
que con hambre y frío cumplieron las tremendas vigilias del Paso de Guana
enclavado en la Cordillera más alta , más áspera y cruda del Monte Andino, como
es la Cordillera de Olivares. Por aquel Paso cruzó el valiente Comandante Juan
Manuel Cabot que a esa época contaba con solo treinta y dos años de edad,
comandando la Escuadra Sanjuanina, cuyo
abanderado era un ignoto Jachallero de
aquellos que en los ”Campos de la Patria”
formara como guerrero el General Lucio Norberto Mansilla, el héroe de la Vuelta de Obligado , reconocido
mundialmente como uno de los militares más destacado de la historia mundial .
De esos sacrificios
extremos , como es sacar leña de entre la nieve, y alimentarse de camélidos, volvieron
a Jáchal algunos de los tantos que partieron, con el orgullo más grande de
haber legado la libertad a la Patria, con sus rostros curtidos irreconocibles , cubiertos con harapos,
enfermos y con sus cabalgaduras descalzas y exhaustas.
”De Santa y Tierra”, como
se le llama a la Patria Chica , salió este nombre: “LA VUELTA DEL GUERRERO”,
con un único designio: Jamás traicionar
la sangre derramada por la Libertad Americana , enarbolando el lema:
HONRADEZ EN EL PENSAMIENTO Y EN EL OBRAR . Así procedió en Córdoba donde se
radicó una Sub-Sede , exhaltando la figura del Padre de la Patria
, como es su modalidad DE A CABALLO , extendiendo su accionar a la figura sublime
del Presbítero
José Gabriel del Rosario Brochero y de todos los ignotos
colaboradores que les permitieron a ambos cumplir con sus loables propósitos. El primero,
entregándonos una Patria libre; el
segundo, realizando un Apostolado Ejemplar que hoy le permite ser reconocido
universalmente como SANTO CRIOLLO Y GAUCHO, orgullo de Argentina y América.

